Lo estático
Ordenar la casa siempre me ha parecido una obsesión, sin analizar mucho y con la simpleza con la que usamos el lenguaje de lo desconocido. Creo que la obsesión por el orden, entre los colores, muebles, las texturas, provocan espacio para pensar; es algo que sucede en lo externo a quien no puede mantener el orden interior. Y es que antes me reía de mi necesidad de mover las cosas de lugar, me parecía necesario que el cuadro que suspendía sobre la repisa de libros era demasiado largo y no podía evitar pensar que hay otro sitio que le "encaja mejor" , como si las cosas tuvieran un sitio que hay que encontrar. Y así , en la incomodidad, buscaba mejorar, pero hay un punto en que la comodidad se entrenó y nada parecía tener lugar, nunca. Hace meses que esto no sucede más, necesito cosas estáticas, las que cada día que las mire permanezcan ahí, como una realidad sostenida, que mantiene su sitio en este caos llamado realidad; mi esposo ha muerto, nada conocido tiene sitio, no sucedió que un día desperté con la noticia, o me llamaran , o miles de otras formas de saber una muerte, pero hay días que despierto sin entender ésta nueva realidad, ¿con qué se come? ¿con qué se acompaña?
Las cosas estáticas me dan la sensación de calma, hay cosas que permanecen en su sitio , siempre que las mires, por eso necesito quietud, la quietud de las cosas.
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